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La prensa satírica de origen occidental (1862- )




Comparación de Charles Wirgman (arriba) y Kōtarō Nagahara (abajo) en 1897

 

Durante el siglo XIX, en plena transición de la era feudal a la industrializada, los artistas occidentales se maravillaban del ukiyo-e, gracias a la exótica belleza que transmitía. Con todo, los inicios del manga moderno se debieron no sólo al esteticismo del arte del período Edo, sino a la expansión de la influencia cultural europea en Japón.

 

Fueron Charles Wirgman y George Bigot (ambos, críticos de la sociedad japonesa de su tiempo), quienes sentaron las bases para el desarrollo ulterior del manga. La revista británica Punch (1841) fue el modelo para la revista The Japan Punch (1862-87) de Wirgman, como lo había sido antes para otras revistas similares en otros países.

 

La expansión de las técnicas historietísticas europeas se tradujo en una producción lenta pero segura por parte de artistas autóctonos japoneses como Kiyochika Kayashi, Takeo Nagamatsu, Ippei Okomoto, Ichiro Suzuki y sobre todo Rakuten Kitazawa, cuya historieta Tagosaku to Mokube na Tokyo Kenbutsu 『田吾作と杢兵衛の東京見物』 es considerada como el primer manga de la era moderna. Todos ellos oficiaron de pioneros, difundiendo su obra a través de publicaciones como Tokyo Puck (1905), aunque, igual que en Europa, el uso de globos de diálogo que ya era habitual en la prensa estadounidense desde The Yellow Kid (1894) todavía no se había generalizado. Simultáneamente, desde 1915 se empezó a ensayar la adaptación del manga a la animación, lo que más tarde devendría en el surgimiento del anime.